viernes, 11 de febrero de 2011

Derecho a ser feliz

El pueblo egipcio ha suspirado, y luego ha respirado hinchando sus pulmones llenándolos de un aire limpio. Y luego ha gritado, ha celebrado, ha ondeado la bandera hasta la extenuación. Se han abrazado, han saltado, han llorado, han reído, han imaginado, han proyectado, se han reesperanzado, (porque nunca perdieron la esperanza, sin ella no hubiera habido revolución), han mirado al futuro con incertidumbre, pero con valor, con honor, con derecho.
Con derecho a ser felices.


martes, 1 de febrero de 2011

Y en la calle, codo a codo...

El clamor de un pueblo que demanda democracia, paz, justicia, y prosperidad para todos.
Un país entero grita al dictador lo que él no quiere escuchar.
Millones de personas unidas luchan por su futuro contra la opresión y la injusticia.
Cientos de miles de corazones anhelan el cambio que no va a llegar fácil ni rápido.
Las voces corean slóganes que quieren derribar los muros del poder robado al pueblo.
Miles de banderas se agitan orgullosas, patrióticas, esperanzadas, pero caen tristes, enfadadas.
El mundo entero espera que se haga caso al pueblo sin derramar más sangre.
El dictador se pudre en su egolatría y apego al poder.
Nadie quiere irse a casa tras el discurso insuficiente y ofensivo.
La noche llega con la tremenda decepción del que sabe que tiene la razón pero no el poder.
Lágrimas de rabia y tristeza en tus ojos, y en los míos.




Si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle, codo a codo, somos mucho más que dos.